15 de marzo de 2010

¿Desde hace cuanto no te confiesas?, no sabes el bien que te haría hacerlo.

¿Desde hace cuanto no te confiesas?, no sabes el bien que te haría hacerlo.
Aprovechemos este tiempo de Cuaresma para mirarnos hacia adentro.

¿Qué es la Cuaresma? 
La Cuaresma es el tiempo litúrgico para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para reflexionar sobre el estilo de vida que tenemos, dejar malos hábitos y convertirlos en virtudes.
Empieza desde el Miércoles de Ceniza y dura 40 días, termina el Jueves Santo, cuando celebramos la Cena del Señor. Recordamos en estos 40 días la prueba que pasó Jesús en el desierto preparándose para la experiencia de la Cruz.. "Entonces Jesús fue llevado por el espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches; tuvo hambre. Mateo 4:1
 
Este tiempo tiene unas características especiales, la Iglesia usa símbolos en la liturgia, como el morado para tener un espíritu de penitencia ó el evitar adornar con flores los altares. Nosotros estamos invitados a prepararnos de varias formas: acercándonos a la confesión, participando en la Eucaristía del Domingo y de los días Santos, realizando actos de penitencia y mortificación. La Iglesia propone ayunar los viernes o hacer abstinencia de alimentos como la carne y dar ofrendas mayores a nuestras parroquias y a los pobres.
Aún cuando la mayoría de personas toman este tiempo como vacaciones olvidando este espíritu de penitencia, es importante que siendo creyentes y practicantes, guardemos una actitud de recogimiento y de oración.

Como confesarnos
5 Cinco pasos para una buena confesión
1. Examen de Conciencia: esfuerzo sincero para recordar todos y cada uno de los pecados
2. Dolor de los pecados: reconocer que se ha ofendido a Dios
3. Propósito de no volver a pecar: determinación para evitar el pecado
4. Decir los pecados al sacerdote: debe hacerse de forma presencial. Al hablar hay que ser concreto.
5. Cumplir la penitencia: si el sacerdote recomienda una penitencia es necesario cumplirla, también se pueden hacer actos de reparación.

¿De qué debemos confesarnos? De las faltas de amor que se resumen en acciones que son opuestas a los Mandamientos, cuando caemos en pecados capitales o dejamos de cumplir con las pautas que nos da la Iglesia. Para confesarse, solo se necesita un espíritu de humildad. Hay muchas excusas, tal vez sea temor o vergüenza, pero Dios lo perdona todo.
Algunos dicen que como no matan o no roban, no tienen necesidad de confesarse, pues hay muchas otras faltas que van en contra del amor de Dios. De otra parte, el confesarse delante de un sacerdote es un ejercicio espiritual que permite crecer, así el sacerdote tenga errores que corregir. Su ministerio le concede una gracia especial en ese momento y es solo labor de Dios el juzgarlo, es más, esto fue ordenado directamente por Jesús. El dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán si perdonar”) Juan 20,23

¿Cuáles son los Mandamientos?
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas
2. No tomarás el nombre de Dios en vano
3. Santificarás las fiestas
4. Honrarás a padre y madre
5. No matarás
6. No cometerás actos impuros
7. No robarás
8. No dirás falsos testimonios, ni mentiras
9. No consentir pensamientos, ni deseos impuros
10. No codiciaras los bienes ajenos

¿Cuáles son los Pecados Capitales?
Soberbia: amor desordenado de sí mismo, falta de humildad
Avaricia: amor desordenado de los bienes materiales
Lujuria: relaciones sexuales fuera del matrimonio, masturbación, impureza dentro del matrimonio, ver pornografía
Ira: deseo de venganza, odio, falta de perdón
Gula: exceso al comer y beber
Envidia: deseo desordenado por los bienes ajenos
Pereza: pérdida de tiempo o mal uso, desperdiciando oportunidades para hacer buenas obras
Después de la confesión podemos hacer esta oración
Jesús, mi señor y redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

¿Qué nos pide la Iglesia Católica?
-Asistir a misa los Domingos y los días de Fiestas de guardar
-Confesión, mínimo una vez al año
-Comulgar una vez al año, sea en la fiesta de Pascua o en Navidad
-Cumplir el tiempo de ayuno y abstinencia cuando la Iglesia así lo recomiende
-Cumplir con el diezmo

¿Qué es la Penitencia?
Según Concepción Cabrera de Armida1, mística de la Iglesia, los actos de penitencia los realiza la persona que quiere aumentar su cercanía a Dios, siendo actos voluntarios y de amor. La persona priva su cuerpo de aquello que le gusta y en momentos de mayor profundidad espiritual, de aquello que su cuerpo necesita. La penitencia le regala al alma las gracias de la luz, la fortaleza y la unión con Dios. Un ejemplo, ayunar con pan y agua.

¿Qué es la mortificación?
La mística mexicana Concepción Cabrera explica que la mortificación está relacionada con el interior del alma. Es negarse a aquellas experiencias que son intangibles y son de nuestro querer. También son actos de amor voluntarios. Así la persona puede renunciar a los deseos de su voluntad y se deja llevar por principios y valores. Las personas que se mortifican, suelen ser obedientes a un Director Espiritual, a su confesor, a sus papás, a los amigos espirituales o a las mismas indicaciones que da la Iglesia.

¿Y la limosna?
La entrega voluntaria de limosna a la Igleisa o a los pobres es un acto de desprendimiento. Es necesario no solo dar de los que nos sobra, sino dar de lo que creemos es necesario, así seremos santos. Qué fácil es dar un par de monedas, pero ¿si lo que se nos pide es un compromiso mayor? , pensamos que otros lo deberían hacer.

No hemos sido educados en la generosidad, nos da miedo dar, pero Dios nos invita a compartir y a experimentar Su generosidad. A las personas generosas y caritativas, Dios las lleva a vivir de SU providencia y como Rey, EL cuida a sus hijos como reyes.