20 de octubre de 2010

HISTORIA DE NUESTRO JARDÍN 8 AÑOS

JARDIN FÁTIMA SOPÓ



Desde el desde el 13 de Octubre del 2002 nos reunimos los primeros Sábados de cada mes, en la Finca Fátima, Vereda la Violeta.


A partir de las 7am oramos el Vía Crucis, el Santo Rosario y celebramos la Eucaristía. Contamos con la valiosa colaboración de la Diócesis de Zipaquirá.  


Historia de Nuestro Jardín


El secuestro. El día 23 de Abril de 2002 a las 6:30 A.M. es secuestrado mi cuñado CESAR abogado que se dirigía a la ciudad de Duitama para asistir a una diligencia judicial.


Tan pronto nos enteramos recurrimos a pedir a Dios su ayuda y serenidad en esos momentos de angustia ya que César es el esposo de nuestra hermana menor Yolanda madre de dos niños pequeños y se encontraba destrozada y angustiada por la noticia.


Solo Dios sabe todo lo que paso por nuestras mentes ya que su carro había sido incinerado, y de las ocho personas retenidas fueron devueltas siete y él fue el único que retuvo el grupo guerrillero.


La oración en familia…Mientras los hombres de la familia, entre hermanos, cuñados y amigos se dedicaban a comentar y analizar los pormenores del secuestro; las mujeres con Yolanda mi hermana a la cabeza, empezábamos una jornada de oración permanente. Teníamos unos de los más lindos regalos de Dios, que es vivir casi toda nuestra familia en un solo edificio y ello permitía la oración en forma permanente. De esta manera, todos tuvimos un crecimiento espiritual y nuestra oración, se unía a las intenciones de otros secuestrados y sus familias.


Durante el tiempo del secuestro mi hermana Yolanda y sus hijos nunca estuvieron solos, siempre los acompaño una imagen de la Virgen Rosa Mística, protectora de los secuestrados, quién nos daba toda la fortaleza para afrontar esta prueba.


Los Corazones de Jesús y María… A mi hermana Yolanda la invitó una compañera del trabajo a que asistiera a un grupo de oración en la casa de M. S., donde se rezaba el Santo Rosario, el cual era muy bello.


Yolanda va con otra de mis hermanas y participan en la oración. Al finalizar, se sienten llenas de Dios, felices de sentir tanto recogimiento y amor a Dios. M.S. se acerca a ellas y les dice que la Virgen estuvo cerca de ellas durante el rosario. No se pueden imaginar lo que ello produjo en Yolanda y mi hermana y en todas las demás mujeres de la familia. A partir de ese momento empezamos a tener otra familia la familia de los Sagrados Corazones de Jesús y Maria.


Ese grupo de oración se volvió la columna vertebral de nuestra oración, nos recibían con cariño, todas las personas sufrían con nosotras la angustia del secuestro, su oración era muy importante. Comentábamos todos los adelantos del secuestro, pero sobre todo aprendimos a orar, a valorar el poder del Santo Rosario, a conocer la oración desinteresada de toda esa comunidad. Tratábamos de asistir y sino, en la noche los que iban, contaban las enseñanzas que nos habían dejado y la experiencia vivida en él.



Nuestra madre nos guiaba en nuestra vida espiritual y nos recomendaba el camino a seguir a través de su Hijo y apoyados en: los Santos, los Arcángeles y Ángeles custodios. Es así como en una de sus manifestaciones Nuestra Señora, nos dice que le pidamos a San Miguel Arcángel su protección y que El nos iluminará el camino. Este mensaje le fue enviado a César por medio de la radio, enfatizando que se acercara a San Miguel Arcángel para que lo guiara y protegiera en su camino.


Más adelante sabríamos que Cesar escucho todas estas recomendaciones poniéndolas en práctica. Además de Cesar, los compañeros en cautiverio (3 personas) también rezaban el Rosario y seguían nuestros mensajes que les servían de aliento y fortaleza.


Un sábado hacia el final del Rosario, Nuestra Señora se manifiesta con un mensaje muy lindo que logra estremecernos a todos, nombra a Yolanda mi hermana y le dice: “a mi hija Yolanda, Dios os ha oído, estaré en tu hogar presente y viva en la advocación de la Rosa Mística”.


La emoción de mi hermana y de todas nosotras en ese momento no es fácil de describir, entre llanto y alegría sentíamos que la Santísima Virgen premiaba nuestra Fé y perseverancia.


Después de este mensaje se aceleraron las negociaciones del secuestro de César, tomando un camino más claro y seguro. La posibilidad de su retorno vivo era cierta tal como Nuestra Señora nos lo ha manifestado.

 César empezó su peregrinar de regreso en una noche oscura, fría, lluviosa y sin conocer el camino, en esos momentos recordó nuestros mensajes y empiezó a pedirle a San Miguel Arcángel que lo iluminara en el camino. Al caminar, él veía como se aclaraba el camino y podía avanzar, seguía adelante asustado pero nuevamente le pedía a San Miguel Arcángel que lo guiara y el Arcángel le daba la luz física para saber por donde iba y así lo acompañó hasta llegar a la población de Manta.



César regresó el 13 de Agostó de 2002. Todos agradecimos a Dios y a la Virgen el milagro y realizamos diferentes actos de oración encabezados por la Santa Misa y el Santo Rosario en familia.


El Jardín de Fátima… Seguimos yendo al grupo de oración, pues ya formábamos parte de esa nueva familia. Al tiempo, César los visitó y relató su secuestro y agradeció sus oraciones.


Luego Nuestra Señora nos hizo saber los siguiente: “Estáis contentas mis hijas?, Pues voy a pediros un gran favor, que hagáis un Santuario, cuyos pasos iré diciéndoles en mis mensajes”.


No pueden imaginar lo que sentimos con ese mensaje, era poder ser útil a Nuestra Madre, era agradecer de una forma muy pequeña y sencilla nuestras alegrías, eso significaba, estar listas y dispuestas a obedecer sus peticiones.


Nuestra Señora complementa el mensaje, diciéndonos la ubicación, “…que será en una de vuestras tierras la que queda más al norte y en ella haréis un santuario con la advocación de la Virgen de Fátima y tres corazones de flores blancas, rojas y amarillas, en ese lugar enterraréis medallas de la milagrosa, trasplantaréis sus plantas, haréis un camino con los pasos del Santo Vía Crucis y … colocarán en cada uno de ellos reliquias de los recuerdos de los diferentes santuarios. Una Cruz presidirá el Santuario y se colocarán una al norte y otra al sur y así hijitas les iré diciendo los pasos a seguir”. Septiembre 7 del 2002.


Empezamos a descifrar el sitio que la Virgen había escogido, pero solo tenemos dos tierras una Zipaquirá y otra en Sopó. Un Domingo decidimos salir a buscarlas en un viaje de peregrinación.


Por una coincidencia divina, entendimos que la tierra es la de Sopó, ya que providencialmente la finca se llama “Fátima” y en ella había una imagen de esta advocación entronizada por su anterior dueño hace ya treinta años. Allí, se definió el sitio exacto para hacer los zurcos, el cual no es otro que donde se encuentra un arbusto similar al que la Virgen de Fátima en Portugal utilizó en esa trascendente aparición.






Lentamente recibiríamos mas instrucciones sobre las características del Santuario, lo que nos llevó a realizar un plan de trabajo para iniciar la obra y tenerlo listo para el 13 de Octubre. El sábado 13 de Octubre de 2002 nos reunimos todos en el Santuario y dimos por inaugurado nuestro refugio de oración y en él, la Virgen nos indicó orar por nuestras peticiones, pues Ella las llevaría a los pies de la Cruz.


Nos invitó a visitar ese santo lugar todos los primeros sábados de cada mes, muy de mañana, rezar el Santo Vía Crucis y el Santo Rosario, ofreciéndo nuestra peregrinación por las intenciones del Santo Padre.


María Clemencia Carreño


Directora Comunidad Apostólica Sagrados Corazones