2 de julio de 2010

En el mes de Nuestra Señora del Carmen



En el Mes de Nuestra Señora del Carmen -16 de Julio-
Durante este mes recordamos la aparición de la Virgen María a San Simón Stock en 1251 en el Monte Carmelo. Esta aparición nos deja varios mensajes y frutos que pueden ayudarnos en nuestro camino espiritual.

No fue casualidad el lugar de la manifestación, ya que históricamente el Monte Carmelo ha sido escenario de eventos de gran importancia para la historia de nuestra fe.

Este monte está ubicado en Galilea, al occidente de Nazaret. En este lugar el profeta Elías tuvo un enfrentamiento con los profetas de Baal y allí los venció (1 Re 18-19). Después de la victoria apareció en el cielo una nube, y gracias a ella hubo lluvia después de un tiempo de sequía. Para algunos doctores de la Iglesia, ésta nube es símbolo de la Mediadora de todas las gracias, María.

Desde entonces un grupo de ermitaños decidió quedarse en el lugar para cuidar de él y por orden de un Patriarca de Jerusalén los ermitaños forman una orden con reglas estrictas de vida.

Cuando la comunidad atravesaba por dificultades, cuenta la tradición que la Virgen María se le apareció a San Simón Stock cabeza de la orden de carmelitas y le entregó el escapulario.





El Escapulario
El Escapulario tiene el color carmelita que nos acuerda del color de los hábitos de la orden, cuyo espíritu es de pobreza y en él está la Imagen de Nuestra Señora del Carmen.

El escapulario al igual que otros sacramentales como el Rosario o las medallas, son sacramentales, es decir son herramientas de fe, que bendice la Iglesia, ya que nos recuerdan un estilo de vida santo.

Este sacramental tiene una gran promesa para sus devotos, dada por la Virgen María a San Simón Stock. Quién lo llevé morirá en gracia de Dios y saldrá del purgatorio con la ayuda de la Virgen María el primer sábado de mes.

El Papa Pío XII creyendo en la manifestación sobrenatural, difundió el mensaje del escapulario, pero pidió que se llevara al cuello con respeto, y que las personas tuvieran un estilo de vida virtuoso y vivieran continuamente dentro de los sacramentos, es decir en gracia de Dios. 


La imposición del Escapulario
La primera vez que una persona desee usar el escapulario, debe buscar a un sacerdote que se lo imponga de manera solemne. Esta tradición significa para quien desee llevar el sacramental, una vida consagrada a María.

En especial, el espíritu carmelita y la vida consagrada a María son caminos que sin duda nos llevan a Jesús. Son estilos de vida que se caracterizan por ser sencillos, austeros y simples en lo material. En el ámbito espiritual, el camino es de humildad, evasión del reconocimiento y servicio en la comunidad. Los carmelitas, además trabajan por los más pobres y viven en silencio.

De esta forma, si decidimos vivir con un espíritu del Carmelo aprenderemos a ser humildes, a servir a los demás, a evadir el reconocimiento de los demás y amar el silencio con alegría.